La Mente de Ciara

Después de correr por la ciudad, acabar el día con un baño en el mar se volvió una rutina mágica. Aquí estamos: Julia Valentina (venezolana), Lieze Wolf (holandesa) y yo, riéndonos aún de las conversaciones que tuvimos durante la carrera. Aprovechamos tener el Mediterráneo tan cerca y dejar salir al niño que llevamos dentro. Las sonrisas en nuestras caras lo dicen todo. Esta amistad y este recuerdo durarán toda la vida. Esta foto refleja la alegría, la amistad y la libertad que Barcelona me ha regalado. Estoy exactamente donde necesito estar.  

  El sol se alza sobre la playa de la Barceloneta, tiñendo el cielo de tonos cálidos mientras las olas suaves acarician la arena dorada. A lo lejos, la silueta icónica del Hotel Vela refleja los primeros destellos del día.

Querido padre: Hoy no te escribo para hablarte de mí, sino para hablarte de ti. De cómo te veo, de lo que significas para mí, de todo eso que muchas veces siento, pero no siempre digo. Quiero que sepas que te observo, que te admiro y que hay cosas tuyas que se me han quedado grabadas para siempre. Tu gran altura siempre ha sido una de mis partes favoritas de ti. Incluso cuando era niña, me encantaba lo alto que eres. Verte por encima de todos los demás siempre me da tranquilidad, porque sé que estás ahí, vigilándome, protegiéndome con todo tu corazón. Me encanta tu sonrisa, esa sonrisa infantil que siempre logra sacarme una a mí también. Tiene algo que me hace sentir en casa. Y tu piel bronceada, siempre cálida y luminosa, te da un brillo especial, como si llevaras contigo un pedacito de sol. Siempre he querido ser como tú. Tu energía acogedora es como un cálido abrazo que envuelve a todos los que te rodean. Tu risa tiene esa magia rara que hace que el mundo ría contigo, como si, por i...

El gaélico no debe morir en silencio ¿Qué tipo de país olvida su lengua madre sin luchar por ella? Es una nación tan rica en culturas y tradiciones propias, hemos dejado que desaparezca lentamente una parte fundamental de la historia. Muchos de nosotros ya no tenemos la oportunidad de aprenderla o hablarla, ya que el gaélico se ha ido apagando en los  Highlands . Excursiones de un día al norte y ver el estilo de vida más pausado, integrado con nuestro idioma nativo (arrebatado por el tratado con Inglaterra), son tan espaciales. Un simple  Madainn mhath  (buenos días) revela la profundidad y la belleza que esta lengua tiene frente al inglés tradicional. Como escoceses, debemos proteger lo que nos hace único. No dejemos que el gaélico se convierta en una lengua muerta en libro de historia. Necesitamos más apoyo institucional, educación accesible y orgullo por lo nuestro. Aún estamos a tiempo.

El Último Plato Su esposa y su hermano ni la probarían. Por primera vez, se negaban a probar la comida que él había preparado; incluso el pastel. Después de años de fingir que sabía bien, ya habían tenido suficiente. Se mantuvieron firmes en su decisión y llamaron al restaurante italiano más cercano. Lo que no sabían era que habían estado tomando clases de cocina durante semanas para que, por una vez, la comida finalmente tuviera buen sabor. A pesar de todo su esfuerzo, aprendió que mejorar no siempre basta si los demás ya han perdido la fe.